Vaca Muerta: entre los impactos socioambientales del fracking y el secretismo de Estado

Rafael Agustín Garrido
8 min readDec 1, 2021

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Parece no haber grieta política cuando se habla Vaca Muerta. “Es la gran salvación de la república argentina”, se replica en los discursos políticos de lo más altos niveles. Sin embargo, su lado B, del que pocos hablan, sigue contaminando el aire de los vecinos, afectando su suelo, contaminando su agua, generando residuos y haciendo víctimas de los sismos a las casas donde residen.

Imagen: BBC.

El pasado 7 de julio, La Fundación Ambiente y Recursos Naturales, junto a la Comunidad Mapuche Lof Wirkaleo y habitantes de Sauzal Bonito, iniciaron una acción de amparo contra la provincia de Neuquén para evitar los terremotos que provoca el fracking de Vaca Muerta en ese paraje rural. Ahora, el amparo está en manos del Juzgado Federal de Neuquén. Lo que sostiene la denuncia es que el Estado tiene la responsabilidad de garantizar el derecho de acceso a la justicia ambiental consagrado en el Acuerdo de Escazú, que ya es ley en Argentina. Sobre esto ¿qué dicen las empresas? Que al día de la fecha, y pese a los numerosos estudios científicos que comprueban la relación entre el fracking y los movimientos sísmicos en Vaca Muerta, no se probó ninguna vinculación entre estos fenómenos potencialmente peligrosos y los proyectos de gas o petróleo de esquistos y lutitas. “Hay un secretismo muy amplio en la industria y te vas dando cuenta que detrás de eso también hay un resguardo de intereses”- denuncia Martín Álvarez, miembro del Observatorio Petrolero Sur y periodista de La Izquierda Diario, y agrega- “En total, hay más de 60 sismógrafos para como tomar mediciones y hoy deberíamos estar en mejores condiciones, sin embargo, el Estado protegió esa información y no la quiso dar”.

Vaca Muerta aporta 152 mil barriles por día de petróleo y 38 millones de metros cúbicos por día de gas, en concreto, más del 30% de los hidrocarburos del país salen de la roca shale de la Cuenca Neuquina, de aquí su importancia en la economía argentina. Pero toda producción tiene su costo. Derrames de petróleo, explosiones de pozos, contaminación de agua -que influye directamente en otras actividades como la agronomía — son solo algunos ejemplos de lo que se paga por el fracking.

El aumento de sismos en Sauzal Bonito, un paraje rural de la provincia de Neuquén, ubicado a 156 km de Neuquén Capital y a escasos kilómetros del yacimiento petrolífero de Vaca Muerta, ha sido tema recurrente en los medios locales entre mayo y agosto de 2021. Javier Grosso- geólogo e investigador de la Universidad Nacional del Comahue- explica que, junto a su equipo de investigación, analizaron las pausas de los movimientos sísmicos durante septiembre de este año y que estas pausas, como pasa generalmente, van de la mano con la inactividad de fracturas hidráulicas. Es decir: cuando para el fracking, paran los sismos en sus alrededores.

Hasta fines de 2019 la provincia de Neuquén contaba dos equipos sismógrafos, uno en Añelo y otro en Sauzal Bonito. Sin embargo, la directora del Instituto Nacional de Prevención Sísmica, Patricia Alvarado afirmó, en dialogo con El Litoral, que “la capacidad mínima de equipos necesarios para llegar a un monitoreo eficiente era de 10 equipos mínimamente, y el ideal sería de 20”.

A día de hoy, el equipo de Javier Grosso tiene conocimiento de cuatro sismógrafos, los dos antes mencionados, uno cerca de las represas del Embalse Planicie y Banderita y otro del cual desconocen la ubicación. “Es verdad que entre 8 y 20 darían una precisión absoluta”, afirma Grosso y agrega: “nosotros sabemos que las empresas también tienen estos equipos y deben tener datos sumamente precisos”. Entonces, ¿por qué no se hacen cálculos precisos? La respuesta que da Grosso es que: Dar los datos sería evidenciar la responsabilidad de las empresas”.

¿Por qué no se hacen cálculos precisos?, “porque los datos sería evidenciar la responsabilidad de las empresas”.

En junio de este año, el diputado provincial por el Frente de Izquierda y de Trabajadores, Andrés Blanco presentó en la Legislatura provincial un informe titulado “La basura del fracking en Vaca Muerta”. En el informe se denuncia las irregularidades y la contaminación producida por COMARSA, una empresa de tratamiento de residuos petroleros. Lo que vale mencionar es que, para la elaboración de estos documentos, Blanco accedió a información inédita de la secretaria de Ambiente de la provincia. A través de esta información “confidencial” que se hizo pública Martín Álvarez, miembro del Observatorio Petrolero Sur, señala que lograron reconstruir con cuantos sismógrafos contaban las empresas petroleras de la provincia: “de las empresas que tenían sismógrafos logramos reconstruir 53 sismógrafos en manos de YPF, Total, Shell y algunas empresas que dijeron que tenían sismógrafos y no dieron georreferenciación. En total, hay más de 60 sismógrafos como para tomar mediciones y hoy deberíamos estar en mejores condiciones, sin embargo, el Estado protegió esa información y no la quiso dar”.

Sesenta sismos de diferentes magnitudes fueron los que contabilizó el Observatorio Petróleo Sur este año en Sauzal Bonito, entre el 16 y 26 de julio. Los movimientos del suelo causaron daños en las viviendas, desmoronamiento de rocas, perdida de ganado y preocupación en los vecinos. “En octubre o noviembre del año pasado, estábamos con mis padres en el puesto almorzando y sentimos un movimiento y nos quedamos mirando. No le dimos importancia. Después, el segundo fue más fuerte y ahí nos dimos cuenta que había sido un sismo”, relata Néstor Moreno, vecino de Sauzal Bonito quien, además, sufrió la perdida de algunos animales cría que murieron aplastados bajo las piedras tras el derrumbe deun acantilado cercano al borde del Río Neuquén.

Los movimientos del suelo en Sauzal Bonito causaron daños en las viviendas, desmoronamiento de rocas, perdida de ganado y preocupación en los vecinos.

Sobre las inquietudes de los vecinos de Sauzal Bonito y Añelo, Patricia Alvarado, directora del Instituto Nacional de Prevención Sísmica, justificó: “La sismicidad estuvo siempre, lo que pasa es que ahora hay equipos que lo monitorean y lo informan, entonces la gente está más cuidada”. Respecto a esto, en la misma semana de la Cumbre del Cambio Climático y del G20, Alvarado anunció que “Neuquén será la provincia mejor monitoreada del país” luego de que se instalen un total de 14 sismógrafos entre finales de este año y comienzos del 2022.

¿Es posible pensar Vaca Muerta sin el fracking?

Como vimos anteriormente, la actividad petrolera es causal de numerosos impactos en el medioambiente, por lo que los ciudadanos de la región han salido a manifestarse. Es decir, no hay una problemática que tape a la otra, los movimientos sísmicos no quitan la contaminación del agua y la contaminación del agua no quita los daños sonoros o la destrucción de las tierras que se dedican a la cría de ganado, como sucede en Allen, Río Negro. Una convocatoria reciente, por ejemplo, fue la Marcha por el Agua en reclamo del uso de agua potable de la mega minería acentuándose la preocupación por la emergencia hídrica. “Son problemáticas integrales, no hay un impacto que sea más urgente”, indica Martín Álvarez y concluye: “para mí la urgencia sería pensar en otras fuentes y que la apuesta no sea al fracking. Después el resto que vos vas haciendo es muy menor, porque vas a cumplir o mejorar la cuestión para algún impacto, pero sin embargo el resto va a seguir estando”.

A mediados de este año se presentó un proyecto de Ley en la Legislatura de Neuquén donde se exige que haya zonas de preservación contra el fracking. Las zonas de preservación que plantea el proyecto son:

· Tierras comunitarias mapuches o indígenas.

· Las áreas naturales protegidas.

· Zonas de densidad productiva.

· Zonas pobladas.

· Zonas cercanas a recursos hídricos vitales. (“Un ejemplo es el lago Mari Menuco que es un lago sumamente perforado y es el tanque de agua del conglomerado poblacional más grande de la Patagonia, que es Centenario Neuquén y Plottier”, indica Álvarez).

Un resguardo contra el daño que produce esta técnica de perforación es el motivo principal de este proyecto. Martín Álvarez, quien participó en la elaboración del proyecto junto al OPS, afirma que: “Estamos en contra del fracking, pero a su vez el fracking está avanzando de manera muy alocada sin respetar ningún tipo de territorio. Es muy grave en materia sanitaria porque es irreversible en materia de impacto. Una vez que destruiste un territorio que es sensible no vas a poder reconstruirlo”.

“El frackíng es muy grave en materia sanitaria porque es irreversible en materia de impacto. Una vez que destruiste un territorio que es sensible no vas a poder reconstruirlo.” Martín Álvarez, miembro del Observatorio Petrolero Sur y periodista de La Izquierda Diario.

¿En qué consiste la práctica del fracking y su “lado B”?

El fracking es una técnica de perforación que se instaló en Argentina a partir del pacto Chevron-YPF, que fue un punto de inflexión en lo que es la política energética sobre hidrocarburos no convencionales en el país. Específicamente, es una técnica de perforación en dos grandes momentos. Uno vertical: de perforación aproximadamente de 2000 a 3000 metros de profundidad. Y uno horizontal: de perforación entre 1000 y 1500 metros de longitud. Rafael Colombo, miembro de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, explica que “en esas perforaciones se lleva a cabo un proceso de inyección de millones de litros de agua, de remoción de muchos metros cúbicos de tierra y, al mismo tiempo, una ‘gran sopa química’, entre 500 y 900 químicos que se inyectan en el marco de esas perforaciones”. Los residuos de este conjunto de factores que conforman el “Lado B” de Vaca muerta son el motivo de denuncia contra la empresa COMARSA.

“Cuando se lleva a cabo el proceso de extracción de esos hidrocarburos no convencionales, es muy importante el fluido de retorno. Es todo lo que regresa, toda esa agua, toda esa arena y ‘sopa química’, que son precisamente lo que después se lleva a estos “sitios de posición” o “tratamiento” que es el que nosotros estamos denunciando sobre la empresa COMARSA” señala Rafael Colombo, miembro de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas.

Los distintos movimientos que nacen en contra el uso de la técnica del fracking tienen como fin revelar el Lado B de Vaca Muerta. Respecto a esto, Colombo concluye: “La intención es avanzar con la investigación y tener sobre todo una actitud de colaboración, aportando permanentemente información testimoniales, inspecciones. Incluso una prueba pericial para comprobar que efectivamente que existen un daño en las dos plantas de COMARSA que denunciamos que están ubicadas una en el parque industrial de Neuquén, a pocos metros de la municipalidad, en el corazón de Neuquén. También denunciamos la planta de Añelo, que se la presenta como la cuna del boom petrolero, como emirato patagónico”.

La práctica de fracking consiste en perforar suelos e inyectar grandes cantidades de agua con aditivos químicos y arena para liberar el gas contenido en las rocas.

En linea con esto, según datos de la Secretaría de Energía y de los gobiernos provinciales, en el periodo 2010–2020 se han consumido más de 23.000 millones de litros de agua dulce en Vaca Muerta.

Fuente: https://farn.org.ar/wp-content/uploads/2021/02/DOC_IMPACTOS-VACA-MUERTA_links.pdf

Además, en un documento publicado por la fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), el autor Eduardo Sosa cataloga el impacto ambiental de Vaca Muerta en cinco ítems:

· Contaminación del aire

· Afectación del suelo

· Uso y contaminación del agua

· Sismicidad

· Residuos

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Rafael Agustín Garrido
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Written by Rafael Agustín Garrido

Estudiante de Comunicación Social. Basket y literatura. Fan de Capusotto. En ig @garridorafaa y @elchabonn_

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